Dos poemas de Eduardo Salazar


(Margaret Durow)

IX

Vi crecer el poema
desde su infancia
Lo vi arrojar piedras
despiadado
Lo escuché decir palabras soeces
y vomitar todos los versos del mundo.

Entonces se arrojó al mar
como muchos poetas hacen.
Gobierna cada estrofa que escribo
Se pasea por todos los idiomas
-habla cada uno de ellos-
y nos comunicamos
A través del aire, de la tierra, del fuego
nos entrega la sustancia eterna
de la que nos alimentamos.

Aunque a veces golpea duro
Nos presenta el mundo
y lo que hay más allá de él
Y baila de manera frenética
Entre los versos que escribimos.
Por eso, vi el poema/ inmortal
sin edad ni signos de vejez
Burlándose de todos los poetas del mundo
-de ti y de mí-
De aquellos que buscan su musa
sin saber que es él quien los gobierna a todos.


*


Arco-iris

Vivir en un soliloquio
En pleno verano cuando las trampas
cabalgan con ganas de juerga…

-Que ese verso es extraño- dicen los expertos
y no importa porque ya nada importa
O importa poco de lo que debiera importar
el uso de los verbos como niños que juegan en el recreo
/Y persiguen la estela que deja un colibrí
-una sonrisa detrás de los ojos-
Porque pensándolo bien sí importa
Para poder ser colibrí o arco iris o sonrisa
primero hay que cabalgar largo rato en valles desconocidos
y encontrar la paradoja de lo que es la vida
O su parte más eufórica llamada felicidad.


Eduardo Salazar (Mérida, 1986). Estudiante de Literatura Hispanoamericana y Venezolana en la Universidad de los Andes. Ganador del concurso de poesía Digecex de la Universidad de los Andes, 2015. Participante del Proyecto audiovisual Altavoz. Poemas publicados en Canibalismos. Blog: poesaliteraturayalgoms.blogspot.com

Tres poemas de Jhensy Lucena

(Alejandra Remón)

Cadencia del beso nocturno

Somos un encuentro polifónico
resultante de la tragedia nacional.
Enarmónico choque
entre tu mano y la mía
recorriendo los esteros
de esta ciudad.


*


Es culpa de la noche

"Apilé botellas hasta que fueron las seis
tú callas todo, ya lo sé".
Diego García

Si la brisa me despeina
entonces escribo,
si me supera el alcohol
entonces te escribo.
Cómo no escribirte textos
referentes al amor
cuando es de noche
si tengo tus besos tatuados
en el espacio existente
entre mi oreja izquierda
y el cabello.


*


Las calles se están quedando solas

También te vas
también te fuiste
también te hirieron

Más las colas
para sacar “el carnet de la patria”
en domingos soleados
que parecen despejados
y serenos.
Han sabido bien cómo simularlo
he optado
por no hablar con nadie.
Aquí
ya todos carecen
de pasivas entrañas
uñas limpias
rostros felices
o voz.
Mientras tanto,
en las avenidas principales
niños perros buscan
entre desechos
algo que sirva
para silenciarse las tripas
pero solo logran silenciar
sus bocas
con gusanos.

Con los pantalones rasgados
me marcho
todas las tardes
de mi casa
con los pantalones rasgados
todas las noches
llego
exhorta
en acontecimientos locales
causantes, en gran medida
de mis desequilibrios
internos.

Las calles se están quedando solas
                                               So-la

También te vas
también te irías
también te hirieron.


Jhensy Lucena (Carabobo, 1992) Licenciada en Educación Integral e instructora de piano. Compositora, vocalista y tecladista de la banda El Café de las Seis formada en El Tigre – Anzoátegui. Uno de sus textos salió en la edición impresa #2 de los Prints de ERRR MAGAZINE (2015). Algunos de sus textos han sido publicados en las revistas virtuales Sorbo de Letras y Digopalabratxt.

Nueve poemas de Jorge Javier Romero

(Lorien Sequera)


Dondo-yaki

Estallan las moléculas de oxígeno en la sangre
Las palabras que de alguna manera
se relacionan con el cuerpo
Estallan las luciérnagas con gasolina
Las cabezas de los científicos
de los poetas, los muertos por idolatría
Los juguetes de los idiotas
y de vez en cuando
las estrellas aunque
no nos guste esperar
para reconocer
el estallido

Estallan las sociedades
y los planetas se emancipan de su tarea:
ilustrar las venganzas del universo


*


Periodicidad (I)

En lugares efímeros no hay accidentes
no hay vaticinios
Los reflejos son creación y puente
Así, escondidos, los delirios
son variables transmutantes
del sonido al agua
-gestos inconclusos-
No poder dormir
tiene que ver con el instinto
De cuando en cuando
algunos
quieren de vuelta
sus palabras
como las dijeron


*


Las esquinas

Un niño juega dentro
aprende la lengua de los insectos
No tiene que crecer
ya hay suficiente vida en el suelo

Desde la terraza
sólo puede ver las esquinas de afuera
las que apuntan

Baila en vestido
Esta es la obra improvisada
Cubre las huellas, vuelve a respirar

Recuerda que al salir debes cargar los escombros de esta isla


*


Plutón

En dunas sin viento
En la ciudad de Tokio
En el viejo televisor de tu infancia
Todo es tan grande

El hielo empieza a arrastrarse

En tu cama todo vuelve a empezar
Bajo las sábanas un cometa siempre aparece


*


Desastres naturales

Hay animales más salvajes que la noche

En los reflejos que se forman
sobre las superficies finas de la tierra
encuentro una
antigua herrumbre
preparando el cuerpo
para actuar como fósil

El campo está maquillado para la guerra

En los desbalances temporales
surgen las grietas
catalizadoras de significados
Visiones absorbentes
de la historia


*


Los mitos 

Los mitos irradian la mejor interpretación
del tiempo, la sonrisa próxima
de individuos serenos
ante la ruina de las premoniciones

En la profundidad del mito
hay siempre espacio
para las dudas ajenas, para
trazos que auguran
sólo terribles distracciones

Antes de que el mundo fuera grande
las mentes insaciables
preferían no corregirle nada a los sueños



*



Acabar con la infancia

Puedes disfrutar
de un café, una taza de cereal,
del espacio oscuro y frágil
entre la frente y una bolsa
de papel

En el disfraz también
te distraes
Piensas en figuras de juguete
Generación de luces tristes
Personajes que dejamos de interpretar
hace mucho tiempo


*


Simbiosis

En época de lluvias no sólo
caen los troncos de los árboles enfermos
Caen sus parásitos
Empiezas a pensar qué te trae a estos suelos
Qué sacrificios tendrás que hacer
para obtener el cariño de la gente

Fallamos en reconocer
accidentes como coartadas

En el desayuno las noticias:
Desastres naturales
Viandantes que hablan solos
Asesinatos que no responden
a los ruidos que estábamos esperando
para devolver algo al mundo


*


Lautaro décimo quinto

Sabes poner distancia entre ojos y realidades
aunque este es un camino de años

Tienes miedo de caminar por la ciudad
pero no pasa nada si piensas en
plantas medicinales,
sentimientos enredados en cortinas
o películas para robots

Es posible que de los robots
surja una nueva conciencia
Es posible que con un nuevo desconcierto
surja un nuevo dios
Es posible que desprovisto de adoración
ese dios exista por sí mismo

Es posible que al final
pueda enseñarte
cómo tomar una fotografía
sin comerte la comida de la historia


Jorge Javier Romero (Caracas, 1993). Es matemático y escritor, autor de los poemarios Nadie se está quejando (2015) y No más preguntas (2017). Formó parte de Amanecimos sobre la palabra. Antología de poesía jóven venezolana (2017). Edita el blog de cine El tren en marcha.

Ocho poemas de Giovannina Rodríguez Torcate

(Alejandra Remón)

“Será llegar al sitio donde partimos
y conocerlo por primera vez”
T.S Eliot.

Cuando la muerte llega
no son los relojes súbitamente anunciando el frío
es más cercano al silencio
hallar en las paredes del corazón
todas las voces anunciando una canción que en el fondo conocías
susurrando la mano de la mujer que amas y te ama
sumergirse en el líquido amniótico de los días
sin saber de ausencias
jamás.

*

Guerra

Ponme la piedra
que yo
la reviento. 

*


La mujer escribe

Por aquí han pasado incontables viajeros
el alma ondea
una hoja de papel en blanco
sin deber
certeza
a nadie. 

*

Todos bailan

Parece tan fácil
yo te veo y me detengo
mientras,
todos levantan las piernas
giran las caderas
y alzan en vuelo los cabellos.
todos bailan. Pero yo no amor,
ante tus ojos se me secan las piernas
y la lengua
me tiemblan las manos
y mis acciones son carentes de ritmo
se me encienden los ojos
la garganta se hace candela
ante esa boca
suspirar es hacer piedras
todo se silencia
y bailan
pero yo
                   no
yo no amor
                   no bailo
no. 

*

Te vas

Con la cuenca de los ojos
sembrada de semillas nuestras.

Una ama también a criaturas que no existen
como se ama los versos rojos
para esconder las heridas
en las hojas del río.

*

Prisma

Hay una extraña despedida en lo que permanece
la poesía tiene un color emocional
para fingir que la tarde pisa fuerte
y así
         será
                 el fin.
*

Poesía para no morir
A Ana Cristina Bracho 
Empaqué de poemas la fonda 
estiré con gracia el país que soñamos
reventé la fuerza
por empujar de más.

El papel es una bandera que ondea con fuego

de lo único que podemos salvarnos
es de no morir
a favor de la poesía. 

*

Noches de producción
”Nunca en la vida encontrarás un gato más perro que yo” 
Chino Valera Mora 

Esta viste ser una noche productiva
amo las noches productivas
porque en ellas
apareces en todas las esquinas
simulando ser un gato
estiras las patas como buscando hacer rehén mi nostalgia
y te enrollas
y haces bolas mis recuerdos
entonces deslizas la cabeza a la puerta de mis manos
y esperas el arado de mis dedos.

Me gustan las noches productivas
porque puedo hacerte en cada sombra
pintar la muerte de azul con tu boca.

La noche es una ventana
y al nombrarte se abre. 


Giovannina Rodríguez Torcate (Caracas, 1989) Poeta, comunicadora social, promotora cultural, bloguera y productora. Fundadora de los Colectivos Culturales "El Cuarto de los Duendes" y "La Peña del Aljibe de la ciudad de Barquisimeto". Su trabajo poético ha sido reconocido en diversos festivales de poesía de su país y en el extranjero. Ganadora del 3er Lugar en el Concurso "Hugo Chávez Esperanza y Poesía" (2015) de la Misión Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Oficina de las Naciones Unidas con sede en Ginebra. Su trabajo se encuentra en diversos portales literarios y ha sido interpretado por cantautores venezolanos.

Dos poemas de Mariana Antúnez

(Dara Scully)


Cavidad Torácica

Mi cavidad torácica es estrecha como un ataúd
y en su minucia sueña con la amplitud de una pradera.

Mil tristezas se aglomeran en ese espacio
una sobre la otra
como si disfrutaran del confinamiento compartido
y con gracia bailan sobre mis ruinas
ilesas, inmortales, impávidas.

Cada respiro despide polvo de vidrio en su forma más pura,
sus astillas me desgarran la garganta en cada trago
y me ahogo en un ronquido laborioso, gutural.

Un nenúfar floreció en mis pulmones
Pero asfixiado se secó para no revivir jamás
Mi felicidad, igualmente efímera, murió con él.


*


White curtains

Quiero una casa con ventanas
grandes y siempre abiertas
con cortinas blancas y largas
que toquen el piso
y se mezan con el vaivén del viento

Quiero un gato blanco que haga juego
que se duerma en el marco de esa ventana
siempre abierta y limpia
y que se coma mi carne una vez que haya muerto


Mariana Antúnez (Caracas, 1981). Licenciada en Idiomas Modernos, Mención Traducción por la Universidad Metropolitana. Actualmente, se desempeña como traductora en una firma privada.

Aymara Infante, cuatro poemas de «Despertares»

(Michael Howard)

La luna degastada
           posa sus heridas
                       en las gotas de mi espejo

*

Ante tus vestiduras
           discuto con lo común
no te encuentro allí
              donde la risa es incolora
               las palmadas son traición
te quedaste en el lugar que te inventé

*

Está piel dorada
              transgrede el canto de los azulejos

*

Tu silencio
           destituye la soledad
            líneas y artificios
                        te orillan en la sonrisa


Aymara Infante (Caracas, 1981). Poeta y ensayista. Ha publicado algunos de sus escritos en el papel literario “PEZDEPLATA” y el suplemento literario “Criba”. Fue ganadora del tercer lugar en el III concurso por una Venezuela literaria en homenaje a Rodolfo Santana (2013) y participó en la Antología poética venezolana siglo XX (2012).

Selección poética aleatoria, de Gabriela La Riva

(Marina Milá Figueras)

Krishna, te imploro que laves mi corazón y seques la fuente de mis lágrimas. Mi cuerpo físico ya no se halla en éste plano, quiero transfigurar otros niveles sagrados. Despliega las articulaciones doradas dentro de mi columna, eleva mi conciencia, abre las puertas...


Las sendas olvidadas

Las moscan caen en la leche
atraídas por la miel que endulza ese líquido
ordeñado antes del alba,
las tontas se ahogan sin que nadie las salve

El viejito, entretenido
se arrancaba los pellejos de la nariz
quemada por el inclemente sol paramero
él no sabe de protestas, de guerra económica

Y mucho menos de que asesinan
y detienen gente
por exigir sus derechos humanos.
ignora también para qué le sirven a él

Tampoco sabe de los muertos diarios
que caen en protestas
y los aumentos de la criminalidad
en las dos últimas décadas

Tal vez le impactaría saber
cuántos menores de edad fueron asesinados
porque nunca han votado
y menos una opción electoral transparente

Hasta le abrieron el pecho a jovencitos
por donde se fueron volando sus golondrinas.
acribillan sin piedad
secuestran y desaparecen a seres por arte de magia
- “dispara primero, ni preguntes después” es su nuevo lema-

Los perritos delgados y peludos
están acostados en el jardín,
tiemblan de frío
pero todavía ladran a gentes extrañas

El radio apenas sintoniza
murmullos confusos
Saturnino, a veces escucha en la sierra
el llanto olvidado de los nativos

Pero no puede oír
el dolor de las familias
y los gritos de horror
por la sombría neblina envenenada

Hace un tiempo ya,
el vecino más cercano
llevó unos forasteros con Saturnino
decían que cumplirían todos sus deseos

Aún espera por esos susodichos milagros
que dijeron provendrían de un hombre zambo
pero ya está muerto,
y los cadáveres no cumplen promesas

Queso de chiva ahumado, arepas de maíz
cafecito de granos rústicos
que saturnino muele, al ritmo del corazón
sin prisa, como el tiempo en los caminos abandonados

El viejo, tampoco sabe que hay dictadura,
otra vez…
a nadie le importa que tanto conoce saturnino
si él lo ignora, nunca pasó ni pasa… nada.


*


Nómada, sin destino y una con el viento

Loros silvestres
pelean por una fruta
entre sus dos picos punzantes
en lo alto de monstruos fitomorfos

En una orgía tropical
arriba de pinos y palmeras,
las nubes violáceas/azuladas
tornan el rostro descarnado de la muerte

Y quiero ser buena…
pero no se puede bajar la guardia
en este país de lobos hambrientos
mi caballo azabache está siguiéndome hasta el final del infierno.


*


Fragmento 1929

¿Dónde están mis amigos?
en horarios ajenos,
a kilómetros laberinticos de aquí
huyendo hacia otros soles, mares, montañas, aromas, gentes.

¡Ustedes me están matando!
con su distancia…
que sus espíritus guías,
cuiden los caminos

Ya no sé si los veré de nuevo, algún día
sus rostros,
ahora son imágenes estáticas
y voces interrumpidas por tempestades tropicales

Ya solo soy un pájaro
que canta silencioso a la muerte,
con los ojos huecos, devorados
por los segundos del universo

¡Ustedes me están matando!
en esta ciudad, ahora solo vagan los fantasmas
delirando, gritando, susurrando
las carnes que habitaban
-y volaron sin despedirse-


*


El grito de los encadenados Sobremodernos 

Las golondrinas
cantan en las horas liquidas y nubladas
sus nidos son misteriosos vientres estelares
son los ojos de dioses desconocidos

Poseen rubíes exóticos que abultan el pecho
custodian las almas en el puente
de quienes emularon el vuelo
en caída libre.


*


Riachuelo granate 

Ser madre,
es servirse en la mesa de una práctica antropofágica
abrirse las venas para que otros beban
pero estar seca durante milenios

Un destello
en la extremidad de luciérnagas
que alumbran los caminos oscuros
en las montañas a la distancia.


*


Camafeo craneal 

Los cabellos rojos de una mujer contorsionada
con el pájaro gritando, atascado en el tórax
huyendo del gato francés de Sylvia Plath
y el espectro gritón de Munch

Y todos los hombres aúllan en la calle
ofreciendo café negro cerrero
con una calavera de azúcar
para mitigar las ausencias
La guerra es el infierno
vida, muerte, tiempo, eternidad
y el reciclaje de antihéroes cadavéricos
con el rostro azul escarchado por la tempestad

No puedo salvar el mundo con fantasías
la poesía no te salva de un disparo
pero si sobrevivirá entre las ruinas de la humanidad
en el renacer del fuego y barro,
-el éter y las fuentes liquidas de tiernas civilizaciones futuras. -

Gabriela La Riva (Mérida, 1986). Historiadora del arte, escritora y actriz teatral. Recientemente culminó con todos los requisitos académicos para graduarse como Licenciada en Letras mención Historia del arte en la Universidad de los Andes (ULA-Mérida). Su compromiso con el arte ha sido activo, amplio y diverso, principalmente desarrollando actividades en las áreas de gestión cultural en festivales, bienales y simposios de arte contemporáneo, fotografía, teatro, cine, música, arquitectura, entre otros. Del mismo modo se ha desempeñado en medios de comunicación radiofónico y digital. En el presente, continúa participando en recitales poéticos, dirección, producción y edición audiovisual, exposiciones, ponencias en jornadas de la Facultad de Humanidades y Educación (ULA), perfomance y colaboraciones relacionadas con producciones artísticas, audiovisuales, literarias y teatrales. Publicada en páginas web de divulgación poética en Argentina, Chile, España y Venezuela. Ganadora de las VIII Jornadas de Investigación y Creación Literaria 2016 en la mención Ensayo por la Universidad de Los Andes.  Blog: elvinosederrama.tumblr.com

Cinco poemas de Resquicio fórmico, de Irán Infante

(Juana Gómez)

He desgastado el cadáver que soy
             apilando hojas derrotadas
                         al borde de tu transparencia
Vacíos sin edad
            Que ladran sobre mi piel insomne


*


Abro mis venas al fracaso
             y aún no sacio el dilema de estas voces
                        que vibran con la muerte


*


Tu máscara es una aguja enrollada en las venas
             un arrumar de mediodías
                          disueltos en el silbido del cosmos


*


Asumo esta sed de muerte
con la ebriedad de los pájaros
y océanos oblicuos
llevarán mis restos
           al fondo de tus ojo


*


Me agoto en cada palabra
             con la esperanza de la desmemoria


Irán Infante (Caracas, 1981). Poeta y narrador. Ha publicado algunos de sus escritos en el papel literario “PEZDEPLATA”, el suplemento literario “Criba”. Cuenta con los libros Delirios nocturnales (2011), Epitafio nocturno (2012), Ad Noctum (2013), Resquicio fórmico (2013), ANGST (2013), DØD (2014),  L (2014).

Dos poemas de José Manuel López

(Edie Sunday)

I
Existe un lugar frente al cielo
donde el viaje posa su báculo
Y funda la nube que enciende todos los escondrijos
hasta estallar
Respirar.

Hay un sitio frente al cielo
Donde los pactos no tienen nombre
Y la flor de Liz
armoniza árboles disecados

Tiene una grieta tras el arco de la fertilidad
Hojas caen recordando el verbo
que se estrella contra la pared.

Existe un color que se borra en la mentira
del sinuoso barco
Como el nombre del chamán que se repite
y se repite
al igual que un mantra tecnicolor

El verbo estrella y el chamán
busca una luz transitada en el horizonte del olvido
La cicatriz persiste
continúan las nubes de ruido
sobre las grietas de un campo húmedo.
Y todas las galaxias hablan.


II
No  termino de comprender
el ruido que produce las entrañas del ángel perdido
en su propia destrucción
Tampoco comprendo el odio
que se incrusta en los amantes soñados

Solo la inercia
prende una vela en los ojos del bardo
que destella sobre el amarillo de los días.

Solo el ruido revela
las canciones olvidadas
que tallan la memoria
Solo el ocaso entiende la seña
del colibrí enterrado al fondo del bosque



José Manuel López (Mérida, 1990). Poeta y Músico. Profesor de la Universidad de los Andes. Ganador del Premio de Poesía Gelindo Casasola, en el marco de las Jornadas de Creación Literaria ULA-2010. Su libro La Liturgia fue merecedor de la primera mención honorífica en el premio DAES, (2014). Las Plaquettes: Sinestesia Disonante (2012) y Réquiem (fragmentos) (2013) por los Poetas del 5 Editorial (Santiago de Chile). Es co-fundador del proyecto de difusión poética audiovisual: Altavoz. Administra el blog monedaagrietada.blogspot.com 

Tres poemas de Leonardo Alfonzo Amarista

(Eben Goff)

Escribí este poema para que vivas, incluso si la gente te olvida

La cualidad transgresora de mi cerebro
por ir armando un complejo modelo de tu cuerpo
e ir nombrando cada parte como si la biología
no hubiese sido una ciencia verificable.

Si cada uno representa un plano de universo
podría formular el origen del amor, contigo,
al conocerte, sin más, solo tomando como fuego
tus mejillas iridiscentes.

El espacio sigue componiendo tus extensiones
para abarcarlo todo como de costumbre
en cada dirección que he emprendido,
siempre nueva, a punto de conocerte,
sabiendo que eres tú.

Nos enamoramos distinto cada vez de otras rocas,
siluetas, botas, sin perder el instinto de servirles,
de sacarnos un cuarzo desde dentro
y mostrarlo cada noche para mejorar su descanso.

Pero no fuiste objeto ni te llevaste lo mejor de mí,
tan solo lo congelaste, hiciste lo que quisiste
sin retirarte del todo, aprendiste de las chicharras
a dejar tu armadura de lado al cantar tu canción final,
esa que sigo repitiendo hasta convencerme
de que a pesar de recrearte, sí exististe en verdad

y aun deambulas por ahí.

*

Mantener fuerza

Somos la sombra de lo que no podemos ver
y aun así, para ti, no es suficiente
has querido volver de los Areópagos
o de otros destinos más modestos y reales,
sobre todo porque te gusta ser el consentido.
Pero las banderas brillantes
se han izado donde la sangre es combustible
no queda más sino dejar caer los impedimentos
e inflamarnos libremente, sin áreas de humo restringido
espero que mis constantes desvaríos
no permitan que me aleje de los puertos y sus distracciones
pero si descarten la memoria incómoda
esa que no permite degustar el ceviche.

Ya no se puede pronosticar el final del viaje
no hay tal, a pesar que las bacterias y otros organismos
sobrevivan, morirán de altas o bajas temperaturas
pero ahí sabremos que habrá valido la estadía
permanecer ya no más en un bucle.
Así reza el andamio porque habían limpiado el cristal.


*

Charcutería 

Persigo lonjas de jamón de cerdo desde pequeño
porque son las más sabrosas. Su sabor es más intenso
cuando el cuerpo se pliega en partes,
así fue como aprendí física de amateur.
Como todo lo anterior y lo subsiguiente,
que fue por analogía, por comparación a la Descarte's.
Por culpa del famoso tocino me había viciado con las marcas de carnes frías
y Maite Delgado era muy hermosa en la televisión.

A través de mi desarrollo permanezco fiel a mi gusto,
porque algo que se quiere sin ser consiente no solo lo dejas,
aunque se deba sonreír con poca frecuencia después.
Así, a veces, creo que el Estado ha querido separarnos,
contra natura, de lo que siempre quisimos.

El jamón se ha vuelto severo y adopta una postura ante mí:
quiere que me supere, sabe lo que debo hacer para recuperarle,
para no verme derrotado ante una pared de miradas pintadas,
para no tener que fingir gusto deshonroso con el fiambre.


Leonardo Alejandro Alfonzo Amarista (El Tigre, 1994). Licenciado en Administración de Empresas, forma parte de la Antología “Amanecimos sobre la palabra”. Cuenta con poemas e historias reposando en el taller y algunos sueños de libertad.

Nueve poemas de Ivette Molina

(Dale L. Popovich)


Poema Uno 

Estar muerta
creerse medio viva

Los suspiros son escasos
les falta el aire para nacer

El cuerpo pide muerte
y se deja caer

La mente viaja en paisajes y laberintos
de lirios y orquídeas
Danzan, hay brisa, hay mar,
hay palmeras, hay salitre

Estar muriendo y creer que se medio vive;
naufragan los lirios, se hunden las orquídeas;
Caminar es una tragedia cotidiana y antinatural
Se desmiembra el ánimo
Duele respirar

No sabía que yo, era muerte. 


*


Poema dos 

Alma: 
          (7:00 AM)
Sabe que el cuerpo
está moribundo
se aferra al aire
quiere fotosíntesis
Tal vez hoy
las canas tengan piedad

Cuerpo: 
             (3:00 PM)
Se aferra a la tierra
al polvo
No es lo mismo estar sobre el suelo vivo
que regado debajo de él

Alma:  
            (12:00 AM) 
Esta noche es más oscura que la de ayer
más fría
Tan fría como la enfermera
que deja al cuerpo flácido y enfermo
pagando penitencia sobre una bacinilla
llena de orine y mierda.


*


Poema tres

Escapé de la última noche
la noche más larga y perfecta

Me solté antes de que su ocaso
me arrastrara y consumiera en el fondo
de su oscuridad acuosa;
        Ese reloj de arena no era mío, madre

La marea alta se recoge
llevándose todo lo que encuentra
vivo o muerto

Flotar
Se va el reloj de arena hundiéndose
como un tesoro del mar
Flotar;
La naturaleza así como (un) Dios
no hace acepción de personas


*


Poema cuatro 

La oscuridad de esta sala me consume
como un enigma no planificado.

La soledad reposa tierna entre mi brazo y mi pierna;
Hay una cama al lado, no sirve
está vacía pero más allá
en la cama que sigue hay otro corazón
que consumiéndose por la misma oscuridad

Nadie planifica hundirse en los enigmas de la muerte
No de ésta manera donde el reposo agita y molesta

El tirro que mantiene la aguja en mi vena me irrita la piel
     (Mis brazos parecen una cruel ficción al mejor estilo de trainspotting)
El oxígeno me irrita la nariz, revolotean los malestares
como las moscas encima de un animal muerto;
distraen la mente y desvían su curso creativo de un posible y frágil naufragio

La sala está llena pero la cama de mi derecha está vacía
es lo que tengo más cercano a un paraíso
Es mi paisaje
mi escape
Silencio que no quiero romper
Ausencia de las cosas que ya no me importan
Es la oscuridad de las dudas
un enigma no planificado


*


Poema cinco

La fe parece un refugio sensato
Para un cuerpo desahuciado
       (Alabaré Alabaré;
       Miedo viola convicción)

La existencia de Dios
Resulta coherente y poco discutible
Cuando la muerte parece estar entusiasmada
En llevarte a su morada
       (Si hubo pecado solo Dios lo perdona)
       (Tibio te vomito)
Así de frágiles somos
así de falsos nos vemos


*


Poema seis 

El sufrimiento es inevitable
así también la alegría;
en un mundo tan bastardo y tan hedonista
cada uno coexiste con su madero mesiánico, áspero
                     (Las azucenas no tienen callos)
Bailamos espalda con espalda
nos ignoramos:
Sobamos la fértil pesadumbre mientras
la sombra agoniza

                       (El silencio del infortunio se tapiza
                       con papel moneda)

Tener conciencia de las gotas
que pesadas borbotean en el horizonte de las pestañas
es desgracia épica:
No se disfruta de la alegría propia
ni se sufre con esmero
la desgracia ajena.


*


Poema siete

Decidimos vivirnos en la soledad de los aires
Me comí tres veces la saliva
Amanecí dulce en la livianez de tus brazos
Cruce la sala y la intemperie de tus fondos
buscando la lágrima amarga que anoche
susurró miedos a mi pecho

Solo la sal en el fondo de tus ojos
derrumba la ominosa quietud de tus labios


*


Poema ocho

Soy otoño,
me vuelvo invierno

Muerte:
Simple, natural
         Cosa cotidiana
         genuina, fluida

Alguna cobardía colectiva
atribuyó a la noche el ocaso de las cosas;
Para mi morir es algo propio del día
de la luz:
La muerte destruye las sombras
revela
evoluciona
Es ligera
sumisa
gotea libertad

Viene el otoño
anuncia "la ida" que se prepara para el invierno
Luego
todo renace
menos nosotros

Yo quisiera saber
en dónde me vuelvo primavera


*


Poema nueve

Dicen que la tristeza se va a los pulmones
Si me lo preguntan
yo creo que sí:
                     
                                 -Toma aire-

Se escucha un suspiro
es su aullido
desgarrando los bronquios
arañando la pleura
inundándola con sus lágrimas
y en el clímax de su llanto
una tos seca la golpea

Dicen que la tristeza se va a los pulmones
yo creo que sí;
Por eso nace el suspiro resignado

Se necesita agua para poder ahogar:
inunda los pulmones
inunda la pleura
Cópula al aire jineteándolo
bota su último aliento
es ahí donde nace el suspiro abnegado

El alma no está en el pecho
pero el alma entristece
entre pecho y espalda.


Ivette Molina (Caracas, 1983). Diseñadora gráfica y artista plástico. Como diseñadora ha sido reconocida por su trabajo en varias oportunidades. Ha participado en distintos recitales y eventos culturales en la Ciudad de Valencia-Edo Carabobo como patrocinante, organizadora y también como exponente. Actualmente reside en Buenos Aires.