Siete poemas de Dira Martínez Mendoza

(Theloopfactory)

El origen de convertirse en sol


La noche es larga/ sacas a pasear a todas tus niñas que viven en tu vientre madre/ leche de aurora se derrama y amamanta / las noches son largas/ esta noche ha sido larga/ que sí es posible estallar como un reflejo en los árboles/en la llama que arde silenciosa en el corazón/ que si/ adentrarse en lo más profundo de un mar que desconoces/ has descubierto la marea en todas sus formas/la penumbra de caminar entre la red matriz / lianas azules y visiones sudorosas/atravesar el miedo como quien atraviesa una pared y la rompe con las manos/ has descubierto que todo absurdo es un color / es geometría/ y resplandece / todo es el temblor y desmembrarse/ todo es el temblor y recomponer/ todo es el temblor tejiendo desde la boca/ desde la garganta y el borde de los dedos los hilos que te unen a la tierra y a todos en la tierra/ todo es el temblor y unir cielo y tierra/ descubrir la honda noche / tu rostro cadavérico frente a otro rostro cadavérico besándose / y volverse día con la fuerza del sol.


*


La noche

La noche es un diluvio en las entrañas
columpiándose.
La noche es en el soñante
una esfera deshaciéndose
vociferando en el silencio
su canto.

Fallecimos como astros
violentísima radiación sideral.


*


El bosque

El primer llamado
es el del bosque

nadie sale ileso
de la voz del fuego,

es el bosque un primer impronunciable asombro niño,

a Dios lo encuentras
en las mínimas hojas
que trasladan las hormigas.


*


Nosotros nos miramos lejos antes de vernos a los ojos/ nos tocamos lejos antes de incendiarnos los ojos/ antes de atravesarnos los ojos/ incendiarnos los oídos / descalabrar los huesos, arañarnos hasta quedar sangrantes/ hasta quedar neón y sangrantes, traslúcidos y sangrantes.

Tus huesos/ tus pequeños huesos ya venían rotos de tu niñez rota/ quise hacerte un canto des-memoriado/ la noche nos abrazaba para convertirnos en pájaros que vuelan en una ciudad que lleva siglos muerta.


*


Destellante

Dicen que las flores comparten sus secretos con quien les ama.

Una mujer tenía una casa. Una mujer abre los ojos y el mundo se vuelve otro. Las flores de van Gogh han empezado a girar tiñendo todo. La noche estrellada gira en su boca, gira en su pecho azul nocturno. Vuelan los zapatos en el aire.  Ha caminado descalza: si, que si es posible sentir dulces enredaderas florecidas en los pies. Si, que si es posible escaparnos por la ventana, romper todos los vidrios, cerrar los ojos y abrir la boca: incendiarlo todo con besos luz.

Si, que si es posible decirnos la verdad sin pulverizarnos los huesos.

Si, que si es posible convertirnos en cuerpos que se reconocen piel brillante en el mar.

Mar, azul verdad profundo.

Mar, decimos mar y se deshacen todos los nudos, tejiendo de nuevo las cuerdas rotas.

Mar, tú que tanto nos conoces.

Mar ¿cuántas veces al día un sollozo te invoca?

La mujer abre la boca y suelta un rayo,  la mujer sopla un sueño en  la ventana y se abre una puerta, la mujer deja un beso en el aire y la tierra se abre en dos. Explotan las noches estrelladas en la cabeza de  una mujer y un hombre al otro lado del mundo: como un destellante acelerador del tiempo.


*


Abismo


Que si y no / y vas levitando a la inversa de cualquier cielo/ esto,  nos decían / es el abismo/ el desvanecimiento / lanzarse en picada desde lo más alto / un sueño se apaga violento y furioso/ un sueño ya sin sed / enumerar  mil vidas como quien va contando con los dedos las noches parturientas / como quien le coloca un número al frío y temblor/  enumerar el día y lo que acompaña el día/  como quien dice: en ese uno que es el sol , todo existe.


 Nombrar con vehemencia es asesinar lo sagrado.  Irse como Orfeo y no pensar si Eurídice ha sido ya bañada con el sol. La duda / la duda, es el amargo veneno.


Atravesar el desierto / salvaje e insensata / desatada. Sí, me digo / por qué no?

Llegar al punto muerto del espejo / la calle ciega /  regresas a ti / tu cuerpo vuelve a ser de sí mismo, en un nuevo nacimiento / balbucear mar, río, árbol / luna / cielo /sol / infinita rosa de los vientos/ agua / agua que corre limpia y libre / y el agua que duele envenenada.


: tirar una piedra en el río / ondas expansivas /hasta romper en mí, la noche.

Llega la mañana y certeza:


Todo lo alado habita en la tierra.


*


Grietas

De todas las grietas
de todas las cicatrices
la tuya,
tan amplias las hendiduras
que entraba todo el aire
y frío.


Dira Martinez Mendoza (Cumaná, 1988) Lic. Estudios Internacionales, especialista en Estudios Avanzados en América Latina.  Ha participado en diversos encuentros nacionales e internacionales de poesía. Colaboradora en revistas culturales y fanzines. Poema suyos aparecen en la Revista Poesía UC (número 160). Cuenta con un libro publicado (N) aves por la Editorial Pirata Cartonera. Forma parte de las antologías Mi país es un Zombie,  Prometeo 97, La paz se escribe sobre lava, Poesía Hembra, 102 poetas Jamming, y A voz limpia. Desde el año 2009 incorporó, en su propuesta poética, intervenciones de cuerpos con poemas. La propuesta de poesía en el cuerpo estuvo participando en White Street Project en Melbourne- Australia en el año 2014 formato light boxes.

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