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El Acantilado
Dejarlo así
quieto sin alboroto
Entretenido
para que
podamos caminar tranquilos
en la noche
Yo por tú lado
Tú por el mío
Entretejiendo esta soledad con un hilo rojo
Aflojar la cuerda
que los acordes no sean mas que chillidos
Prender la vela
con la luz apagada
apretar fuerte los dedos contra los ojos
Asumir la intermitencia del espacio
Cerrarte la boca con ternura
para dejar de oír tu ronquido profundo
Guardar a la bestia en el cajón
Reencontrarla
luego en otra vida
sabiendo que fue nuestra
Dejarlo así
llamarla
para que acabe con todo
quedarnos en silencio
poner nuestros cuerpos en orden
y volver a empezar
en el borde filoso del acantilado.
*
¿Porque los hombres necesitan hablar?
Un hombre tras una pecera
habla y habla
Y una muchacha se sienta, distante
observando el movimiento de los peces
El hombre sigue
con su cerveza
y su musculo verbal
y su emoción.
La muchacha tan solo observa
aquella calma absurda en el fluir de las aletas
El le ofrece un cigarro y ella lo acepta
El movimiento del humo
le recuerda a los peces
presos en aquel tanque de oxigeno.
El hombre intenta caminar despacio
quitarle las arrugas a su franela
conversar sobre una montaña o un poema
Aferrarse a cualquier lugar
que logre contener
el silencio.
Algunas sombras los persiguen.
Un rayo de luz les quema las pupilas.
Sin ojos
logran mirarse.
Nunca hubo mejor conversación.
*
El mar sin orilla
“Aun recuerdo tus pies
sobre la ceniza de un lenguaje que nunca comprendí
pobres los seres que han mutilado sus lenguas en el olor del mar”
sobre la ceniza de un lenguaje que nunca comprendí
pobres los seres que han mutilado sus lenguas en el olor del mar”
Agustín Guambo
Sentada en un mar sin orilla
Había ahogado con sal
todo el delirio que guardaba para la noche
Mi cuerpo ausente pedía a gritos
cualquier otra sombra
Las piñas coladas
hacían su credo entre mis huesos
buscando el instante
en donde el lenguaje
haría ceniza
tu boca
Taladraban en mi mente
los lugares comunes
Vivir sin él
Comprender la lujuria a momentos
No tener miedo a la locura
La húmeda arena
tomaba la forma de un payaso
un actor capaz de hacer lo que sea
Un mar que amenazaba con ser otra mascara
No sabias reírte de mi cobardía
Bajabas tu traje de baño
de a poco
dispuesto a la desnudez en medio de la noche
Pretendías anestesiar los rostros que iban muriendo
hundidos en su propia eternidad
Me incitabas a una estúpida imitación
Un juego de espejos
Y tu desnudez se volvía cada vez mas ridícula
Tuve miedo y vergüenza
Accedí a bañarme
con un short una camisa un gorro que el mar luego se llevo
Cuando ya no me importaba nada más
mi cuerpo azul se unió al agua
ocupando el mismo transito que los peces
Y tu nadabas hacia el fondo
sin miedo a la noche
o a las tiburones que aletargados en nuestra memoria
nos mordían ya las piernas
Luego volviste
medio ebrio
arrastrando tu sombra
queriendo hacer del tiempo
una semilla en las manos del diablo
pero ya era tarde
Habías mutilado nuestro amor
con un par de palabras
y un traje de baño prestado
Me picaba el cuerpo
Mas tarde te daría fiebre alta
Y yo te abrazaría con cariño
hasta quedarnos dormidos.
*
El público
Es lo mismo:
La ausencia siempre te lleva a la caída
Corres
por el mismo camino empedrado
Los hombres te saludan con las manos mojadas
Después de una larga aprobación
hay muchas formas de complacerte ante el espejo
Pero en el silencio
del vidrio
nada importa
Todo vuelve
Decides ocupar un puesto en el féretro
Lanzarte al agua helada
esperando congelarte
ante el aplauso del público
Escondes tu cuerpo
como quien esconde algo bajo su almohada
porque sabe que es peligroso
Y nadie asume
lo obvio.
*
La paz interior
Cada persona parece levitar
sobre un suelo volcánico
completamente desnuda
¿El verdadero lujo?
El sosiego
que reciben
los rincones.
*
Mi alma tan idiota
Se acerca la filosofía a nuestro cuello
Los dos a oscuras
en posición vertical a la luz
dormimos sobre sabanas blancas
como si la noche terminara dentro de nosotros mismos.
Una emanación parasitaria
Dos cuerpos pasivos
que se necesitan
pero contener el silencio.
Se debe a que padecemos de una infinita pereza
por eso nos concentramos en callar el canto.
Ya el silencio dejo de vernos
Se ha vuelto ciego
Abatido por las voces
asume nuestras palabras como monstruos medievales
Derivaciones de una noche borrosa
que fue extraña porque no pudo ser intima
ajustada como un guante
a nuestro muñón de alma
(citando a Andrade)
Estamos juntos
la cama
Es grande demasiado grande
Lo sabemos.
El espacio vacío apremia algún calor
Tus piernas sobre las mías
sin rodeo
con un descaro infinito
tan cálidas
que se derriten
encima
y zumban con todo su poder
en mi alma
tan idiota.
*
Pequeña oración al dios azul de la poesía
He descubierto que en el poema siempre hay algo de futuro
un incierto acuerdo con el presente que aun no sucede
Le he dicho al lenguaje:
Deja
en paz
mi vida
Oración
Ficción enternece mi desidia
Ficción turbia ficción apiádate de mi soledad
de mi indomable soledad
de las ganas que tengo de no ensuciar lo rojo
Esa llama rojita que late dentro de mí
Ficción hazme tuya
como yo te hice mía
No me dejes ir
Venga en mi tu reino
Ficción apiádate de mi
Quiero escribir un poema de algo que yo llamo amor
Las luciérnagas van a morir a la luz
Es así como mueren
Suicidas y torpes
El amor es una luciérnaga
El amor no puede ser eso
No el amor en definitiva no es una luciérnaga
El amor es un cuervo
El amor se come a los muertos
y es grande y viril
Y da miedo
El amor es un pájaro
El pájaro mas importante
El amor no es un pájaro azul
Bukowski estaba equivocado
Otra vez me auto saboteo
E s t o y
b i e n
No ves que estoy bien dios azul
que estaba tratando de hacerlo bien
Dios
Pequeño dios azul
Estaba oyendo suaves trompetas en los lugares donde había música
Sí ahora sí las oigo
No estoy confundiéndolo todo
Mis oídos oyen la música donde existe la música
Aquí
hay
música
Tararean en mi oído una canción interminable
Pero sigo reclamando lugares que me corresponden
como ataúdes
Hablando en torno de abstracciones y ausencias
Me gusta sufrir con las palabras
es la verdad
Tal vez no he leído demasiado a Rimbaud
pero entiendo la marca de quien ha querido
transformar su vida en poema
Y ha terminado haciendo del poema la vida misma
Sin siquiera darse cuenta
Por favor no lo hagas
por lo que más quieras
NO LO HAGAS
Déjame ser feliz en el poema dios azul
Solo se escribir de ausencias
de lugares a los que vuelvo para sangrar
Porque la poesía es un puño
Y el amor
El amor es una bestia de miel
que se derrite en mi lengua
El amor prepara un combate
Quiero
combatir
con valentía
Guerrera de trenzas largas
Guerrera post moderna que compite contra su propia voz
Con la sonrisa estoica de quien sabe que ganara
Guerrera que ilumina en la penumbra la cara del oponente
Yo quiero que el poema sea esa sonrisa
esa absurda simpatía por el peligro
Yo quiero que el poema
Sea el blanco de mis ojos abiertos
como lámparas de neón
en el ring
Las voces del público
diciendo entre murmullos
que seré la ganadora
sin siquiera haber comenzado a pelear
Yo quiero que el poema sea eso
algo que muera
iluminándolo todo
o algo que nunca muera
Yo quiero que el amor se convierte en este poema.
Pamela Rahn Sánchez (Caracas, 1994). Realizadora Cinematográfica mención Guión. Creadora del fanzine BIPOLAR. Autora del libro El peligro de encender la luz (2016) y la plaquette Flores muertas en jarrones sin agua (2017). Sus poemas han sido publicados en diversas revistas web. Forma parte de antologías como Cosmoanónimos (Editorial El Dispensario, 2015) y “Amanecimos sobre la palabra” (Team Poetero Ediciones, 2017).
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