Selección «Entre barrigas repletas y flores» de Víctor Valera Mora

(Karen Strike)

2

La vida es dura
ingéniatelas sutilmente
y baja las persianas de la voz
diciendo lo necesario
para no complicar
para no herir susceptibilidades
para no socavar los intereses del lucro
Baja la guardia de los relámpagos
para que la tormenta no se desate

*

Por qué diablos, ponerse uno a llorar

He llegado tarde al reparto de los panes.
He llegado un poquito después de quien me fue invitando.
Hoy con mi peso y estatura
y unas ganas terribles de sentarme a comer
sin modo con qué hacerlo.

Hay razón,

pero no puedo asolarme en la aceras
a llorar con la cabeza entre las manos.
Jueves exactamente a una y cuarto de esta agonía
en «Los Núñez» el señor presidente
debe tener ya la barriga repleta.

El cardenal en palacio con su barriga repleta.
Los social cristianos ahítos de carne humana.

Banqueros empresarios gerentes usureros
con las barrigas rebosantes de plenitud
acariciando el orgullo del cigarrillo
y entonando, todos, loas al cielo:
—«Oh qué hermosa es la vida».
—«Cuánto nos queda por vivir».

Pero no es solamente en mis asuntos
donde aletean voces hambrientas.
No soy yo solamente.
Somos miles y miles de desempleados,
millones de campesinos sin tierra,
los obreros recibiendo su salario de miseria
al final de cada jornal de muerte.

Entonces, digo, aquí mismo,
—Por qué diablos, ponerse uno a llorar,
si no estamos solos a una y cuarto, exactamente.

*

Aun en medio de la más terribles tormentas

Aun en medio de las más terribles tormentas
siempre he optado por defender la dignidad de la poesía
Volverla a sus orígenes
A su deslumbrante cuchilla de muchos filos

*

Corona de flores son cruces

a la memoria de doña Elena
No hagan eso con las flores
No molesten a las flores
No corten esas flores
Por lo que más quieran
déjenlas tranquilas ahí
Las flores ya saben leer
y el viento no lo sabe

*

8

Es absurdo es aburrido
levantar murallas de soles y estrellas
en defensa del hombre y sus combates
pero repetir hasta el infinito
«me celebro en el espumoso deseo
como una deidad exorcizada y sola»
sí es poético
irresistiblemente poético
entonces
sed indulgente con la poesía
y seguid velando desde las aguas negras

*

Esta selección se extrajo de la Nueva antología Víctor Valera Mora 
publicada por Monte Ávila Editores Latinoamericana (2011).

Víctor Valera Mora (Valera 1935 - Caracas 1984). Poeta y sociólogo perteneciente a la Generación del 58 y parte de la Pandilla de Lautréamont. Se desempeñó en cargos de la Universidad de Los Andes y del Consejo Nacional de la Cultura. Fue autor de los libros Canción del soldado justo (1961), Con un pie en el estribo (1962), Amanecí de bala (1971), 70 poemas stalinistas (1979), y Del ridículo arte de componer poesía, libro póstumo (1979-1984). Obtuvo el premio de poesía del Consejo Nacional de la Cultura (1980). 

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