Estudio de lo visible: Poemas de Mariano Peyrou

(Lorien Sequera)

DESPUÉS DE LA FELICIDAD NO HAY NADA

Poco más que este conocimiento,
inútil porque no se puede transportar.
Días y el descuido que asociamos
con la generosidad. Varias maneras de medirlo:
con alfileres, con nombres propios, con días.

La fidelidad es amplia y mal iluminada,
sobresale lo obvio, importa
lo indemostrable. Sería bueno que dieras tu opinión.

Salimos de viaje,
vamos a improvisar conversaciones, llegarán fotos
de algunos de los otros países,
fotos inocentes y dañinas que alteran
nuestros rasgos actuales.

Yo también creo que funciona
exactamente así, hablando de otro tema o
cambiando de emisora como si no te interesara
y entonces aparece sobre un escenario
igualmente mal iluminado.

El último podría faltar. Ganaríamos
un cuarto de hora y tal vez se lograra
evocar un estado de ánimo parecido.
Sereno, occidental, entre las plantas.


*


LA ESCUELA DE VENUS

Todo empezó con la visita de un hombre
que contaba anécdotas de tortugas y tiburones,
de islas tan distintas de las que yo
conozco. En la embajada se estaban
poniendo nerviosos. El futuro tira
con tanta fuerza como el pasado
y no es menor su carga de melancolía,
lo entenderás durante el próximo eclipse.
Pronto oiremos la última
llamada para los pasajeros.

¿Y entonces qué harás, si no
puedes seguir mirando desde el fondo
de la fiesta, protegida
por el ritmo y las luces de una celebración
no sentida, entre gente que te conoce
pero no sabe o no puede corresponder
a tus deseos, mientras las otras
van saliendo, siempre en orden?


*


LA IMPOSIBILIDAD DE MENTIR

También eres un huérfano aunque nadie
haya muerto, llevado sin esfuerzo
por la marea de las noches cotidianas
hasta un desierto de arena verde y rosas
blancas, donde tiras al suelo
lo que por el día abrazas, en un intento
de avanzar contra la costumbre.
Se trata sólo del tiempo perdido.

Lo malo es la selección de la memoria;
las llamadas de la tarde siempre son
más frívolas y pueden dejar esa
sensación de soledad, como después
del cumpleaños, cuando sucedió lo mejor.
Para ti sólo hubo dulzura,
pero estábamos dibujando un abismo.
Lo recuerdo con demasiada
frecuencia, es mi único secreto.

Al final me mantuve despierto
en el salón, a la espera de alguna señal
de reciprocidad, mientras una cúpula
se alzaba sobre los nombres,
molestos y estimulantes, que tenía
en la cabeza. Por eso no es simétrica.



*


HE TRATADO DE SER LEVE

Subo y abro la puerta, estoy
muy inspirado. Aquí
falta algo. Es mediodía,
no tengo ganas de seguir
con el recuento. Los marineros,
los antiguos cazadores, una bizca
preciosa que escapó en el último
escalón, todos sabían manipular
sus barajas. He tratado
de suavizar mis tendencias naturales.
Un animal infalibre espera que suene el disparo.
En lo más alto, comienza la carrera.


*


PARQUE

Tienes razón: los besos al sol
son diferentes. Hay para todos
los gustos, sobre todo porque los gustos
se desarrollan a partir de lo que hay.
Pero habíamos prometido abandonar
estos análisis.

Estaba pensando en la muerte.
Pasa un hombre muy satisfecho
con sus juguetes, sin hacer preguntas.
Y ahí brillan unas jóvenes
transgresoras, un instante,
antes de desaparecer.


*


ESTUDIO DE LO VISIBLE

Cuando por fin llegué, nadie
me esperaba, pese a todas las promesas
y a la necesidad de constatar que hablaríamos,
de ahí en adelante, un idioma común.
Pero al menos me dejaron un manual de instrucciones.

Mañana habrá mercado, puedes dar
una vuelta y conseguir libros baratos; no
hay mucho que leer, nos basta con que vengas
todos los días y consumas algo
en la cantina mientras recuerdas un
episodio divertido de tu adolescencia
o comienzas a inventar un futuro que no tendrá,
eso debo advertirte, nada que ver. Los días
soleados, tres y cuatro años después,
saldríamos a mirarnos a la terraza, con las
tazas calientes en la mano, suspendiendo
por un rato el deseo de estar en otra ciudad.


Mariano Peyrou (Buenos Aires, 1971) . Licenciado en Antropología Social, músico y poeta español, es autor de los libros de poemas La voluntad de equilibrio (Fundación María del Villar, 2000), A veces transparente (Bartleby Editores, 2004) y La sal (Pre-Textos, 2005).  En Argentina se han editado dos antologías de su obra: De las cosas que caen (Bajo la luna, 2004) y La unidad del dos (EDUCC, 2004). Los textos aquí seleccionados pertenecen a Estudio de lo visible (Pre-Textos, 2007).

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