Seis poemas de Omer Machado, por María Virginia Velásquez

Foto por María Virginia Velásquez.


Ciudad en que amo

Asómate a las calles de mi ciudad gastada y sudorosa
Y hagamos nuestro amor en sus sobradas sienes.

Dame la soledad de millones de ruidos que prendido estoy a la urgencia.

Quiéreme en la lejanía de rostros de ascensores
Quiéreme en todos los balcones.

Acércate a mi cara, así, voraz
Como el humo de autos en mi cara.

Juntemos nuestras manos temblorosas
Y tomemos por sorpresa la hora del reposo.

Amor de las esquinas
Amor de un autobús
Amor sin pretensiones
Aquí no hay estrellas
Vengan amores, los invito
Beban conmigo los días de mi ciudad.

A Gabriela.


*


Metro de once

De repente esta soledad tan asoleada baja la guardia
Y usted invade con su arsenal de rayos incendiarios
¿Sabe usted qué mira…?
Es que ahora usted me llega
Y mis letras que aún no han nacido
Rompen el vientre de la poesía muerta
Porque quiero echar a volar el pensamiento de cada rincón
Para salir de esta cárcel
Y solo ser poeta.

De repente esta soledad de metro de once
Esta soledad de último vagón
De final de andén

De colegio de ingenieros y caño amarillo
Después de las nueve

De antifaz de la lluvia
Esta soledad carnavalesca cuenta con su sombra

¿Sabe usted que acompaña…?


*


Barra de viernes

De imprevisto todos los sorbos de cerveza
Todas las noches
Todas las colillas
Todas las tascas de la ciudad incesante
Todo el amor de los tiempos insondables e imprecisos.

De imprevisto casi vencido
El día de tu raudo vuelo y regreso.

De imprevisto
Un solo de piano y de pasado.


*


Ella llamada cuerpo

Trabajaré tu cuerpo y me verás sórdido y desnudo
Como silbando lealtades
Lo trabajaré y seremos uno solo
Tierra y sembradío.

Al entrar la noche me invitará el miedo
Aun el miedo de niños
Todavía temeré a la oscuridad y a las sombras
Entonces llegará tu piel
Albergando desafíos
Amarrando soledades
Tu piel
Equipaje del día.

Navegaré tu cuerpo en la aventura
Surcando tus mares desconocidos
Me cantará el torrente de tus aguas
Seremos uno solo
Bribón y marino.


*


Piratas de ahora

Estos son días de papeles y estampillas
De piratas atragantados
De atragantados que matan hombres
Votapapeles
Hombres piratas que se pegan a la muerte como estampilla
Tiempo de piratas de ahora

Nuestro nombre es sorbo de cerveza
Llegar a viejo es terreno baldío.
Alguien nos llama y no acudimos.

Estos son días de celulares y fronteras
De razones mal nacidas
Fronteras celulares.

Tiempo de piratas sin mares
Piratas sin fronteras
Tiempo de piratas de ahora.


*


Ciudad en que muero



No perdono a la muerte enamorada
Miguel Hernández


A mi muerte ermitaña de cada día
Acuden borrachos y perros sinceros
Niños solitarios y mi claro temor.

Muero a cada instante y nadie ha probado una gota de café.

Muero a cada instante y en mi vigilia no hay lágrimas de cocodrilo.

Muero a cada instante y mi entrañable amigo del velorio hace una fiesta.

Muero a cada instante y nada de paz, nada de descanso.

Muero a cada instante y sólo veo de lejos la gloria.

Muero a cada instante y oigo estridente el hipócrita rezo.

Hablo de mi muerte a cada instante y sin embargo ordenan mi arresto.

Muero a cada instante y sin embargo insisten en matarme.


Omer Machado (1965 - 2017), nacido en Maracaibo, Zulia; fue profesor de Ciencias Sociales, egresado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL-IPC), con posgrado en Educación Infantil (UPEL Maracay). Poeta, narrador oral escénico y cantautor. Dirigió distintas propuestas artísticas y lideró el grupo experimental de arte La Peña de la Luna Nueva, con más de 17 años integrando la narración oral escénica, la poesía dramatizada, la música, el teatro, la plástica y otras manifestaciones artísticas. Los poemas aquí selectos pertenecen a su libro Ciudad en que muero y otros amores (2005), publicado por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Maracay.

1 comentario:

  1. Excelente textos; ese era Omer, siempre viviendo, siempre creando, siempre sintiendo

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